Diez días de viaje por carretera
En total, pisamos diez comunidades autónomas: Castilla-La Mancha, Madrid, Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Andalucía. Vamos, que nos vamos. Por cierto, el equipo viajero está formado por siete criaturas: Rubén, Lydia, Luismi, Manolo Jr, Cristina, Nieves y quien les escribe.

30/07 Almagro-Chinchón-Madrid (583 km)
Siguiendo la consigna de no conducir más de dos horas y media seguidas, paramos a desayunar en el primer sitio que nos encontramos en la provincia de Jaén. Rubén ya empieza a notar el acento jiennense.
Con algún que otra alteración de los planes porque Lurdes (nuestro navegador) no tiene instalada la última actualización, o por los tacones de Nieves, llegamos a Almagro con el objetivo principal de visitar su Corral de Comedias. Os pongo una foto panorámica de la Plaza Mayor, y otra desde la sombra de los soportales donde hacía menos calor.


Los Corrales de Comedias solían ser patios de mesones, posadas o casas de vecinos, que se adaptaban para representaciones teatrales durante el Siglo de Oro. El Corral de Comedias de Almagro se descubrió por casualidad tras la reforma de una antigua posada. Durante las obras apareció una baraja fechada en 1729 (ver copia abajo) que hoy se conserva en el Museo Nacional del Teatro.


En la antigua Iglesia de San Agustín visitamos una exposición sobre el escenógrafo Gerardo Vera (al que desconocíamos, no así algunas de sus obras), debajo vemos un detalle de la exposición y uno de los frescos del techo de la iglesia.


Antes de irnos visitamos el interior de su Teatro Municipal así como el Museo Nacional del Teatro, en el que vimos un manuscrito de "La Venganza de Don Mendo".


No podíamos irnos sin probar unos "duelos y quebrantos" (comida popular de la zona que ya aparece en el Quijote) y sin prohibir el uso de los zapatos de suela alta en el viaje (tres veces, tres, se cayó Nieves en Almagro).


Nuestra siguiente parada es Chinchón, según algunas fuentes uno de los pueblos más bonitos de Madrid. No sé si el fuerte calor influyó (véase foto refrescándome), pues llegamos cerca de las cinco de la tarde, pero nos pareció poco más que un pueblo curioso. Su plaza mayor ya tenía instalada las gradas para usarse como plaza de toros, lo cual le restaba visibilidad.



A falta de mayores encantos, alguien desarrolló el eslogan siguiente "Chinchón es un pueblo que tiene una torre sin iglesia y una iglesia sin torre", se trata de la Parroquia de la Asunción (arriba) y de la Torre del Reloj (abajo).
Frente a la puerta de la iglesia en el suelo había una especie de mosaico reflejando el año santo compostelano.



Dejamos Chinchón para dirigirnos a Madrid, donde hicimos noche. Dejo una instantánea del patio de la residencia en la que nos alojamos.
31/07 Burgos-Vitoria-Urnieta (Guipúzcoa) (470 km)
Pese a ser 31 de julio tenemos que sacar la ropa de abrigo, pues el pronóstico del tiempo augura bastante frío. Abajo tenéis un pantallazo para corroborarlo, así como unas instantáneas de carretera en la que se ve "dónde empieza el norte" con sus nubes esperándonos tras las montañas.



Llegamos a Burgos a las 11:30, y la temperatura no es que haya subido espectacularmente, véase el nuevo pantallazo. Camino del centro histórico, pasamos casualmente por la Iglesia de San Lesmes Abad, patrón de Burgos.



Aprovecho para indicar que Manolo Jr nos hace de guía, ya que vino el año pasado en calidad de mago ayudante.
Procedemos a dirigirnos hacia la catedral, que cumple 800 años y había que visitarla, incluso por dentro ¿tú no habrías hecho lo mismo?
Adjunto algunas fotitos.



Después de la espiritual visita, y viendo la hora que era, no tuvimos más opción que entregarnos a los caprichos de carne, más exactamente de la morcilla de Burgos. Después, subimos a ver el castillo de Burgos y a disfrutar de sus vistas.



Continuamos viaje hacia Vitoria, por la carretera general, unos veinte minutos más de conducción pero nos ahorramos la autopista de peaje y disfrutamos del desfiladero de Pancorbo.


En Vitoria seguimos disfrutando de la inestimable colaboración de Manolo Jr que nos volvió a servir de guía por



Tras la visita panorámica a pie, incluyendo la visita a la estatua de Ken Follet (disponible en el Álbum de Fotos), volvemos a la carretera buscando la que será nuestra base de operaciones durante cinco días. Según nos íbamos acercando a Guipúzcoa, la vegetación se hace más frondosa a la vez que el cielo se nubla más y más, hasta que justo al entrar en la provincia pasado un túnel nos cayó como bienvenida una buena manta de agua (disponible en la sección de Vídeos).
La anécdota del día la protagonizó Lurdes, mi navegador GPS, que apenas a 500 metros de nuestro destino decidió que era más rápido acortar por un caminito auxiliar de anchura poco mayor de la de un coche, dejo una foto ilustrativa (también disponible en versión Vídeo, echadle un ojo), de Altzibar Berri que es donde nos quedamos, y de las dimensiones de los bocadillitos que nos tomamos para cenar.



01/08 Bilbao-Gaztelugatxe-Bermeo-Elantxobe-Ea-Lekeitio-Gernika (321 km)
Salimos tempranito tras un copioso desayuno en Altzibar Berri. Como quiera que no se iba a dar el caso de desayunar fuerte y después tener comida y cena ligeras (¿no vamos a probar los "pintxos" o alguno de los menús disponibles?) solo contratamos desayuno para este día, el resto lo haremos por el camino; pues bien, tras desayunar tomamos la autopista de peaje para llegar cuanto antes a Bilbao, tenemos que exprimir el día.
Nuestro objetivo en Bilbao era más bien modesto, visitar los alrededores del Guggenheim y comenzar la ruta de pueblos costeros. Siendo domingo por la mañana, no tuvimos problemas para encontrar sitio en un aparcamiento (de pago, eso sí) bien cerquita. Lo que no nos esperábamos es que justo al lado del museo se estaba haciendo la presentación del "Circuito de Getxo" clásica ciclista de un día que se celebra precisamente hoy, 1 de agosto, con toda su parafernalia a punto de colapsar las calles y carreteras (por cierto, aprendí que ciclista en vascuence se dice "txirrindulari" y aprovecho para indicar que los lugares visitados serán referidos usando el nombre local, de ahí Getxo en lugar de Guecho, por si acaso vais por allí os podáis orientar).



Justo de saliendo del aparcamiento nos pilló una retención de tráfico debido a la caravana ciclista. En este momento, Nieves ya había sugerido alterar ligeramente los planes y saltarnos la visita a Getxo, lo cual fue una acertadísima decisión. Así pues, ponemos rumbo a San Juan de Gaztelugatxe (o Rocadragón para los seguidores de Juego de Tronos).
No teníamos entrada reservada, así que no íbamos a poder bajar hasta los miradores (porque, de todas formas, el paso hasta la ermita está prohibido desde antes del COVID por unos desprendimientos). En todo caso, desde arriba sí que pudimos hacernos algunas fotos con la ermita de fondo y "tomar prestada" alguna foto de internet para decorar esta página.



Siguiente destino: Bermeo, pueblecito costero desde cuyo puerto se obtienen fotos como la de abajo, con sus barquitos y las casas multicolor en la montaña. Un sitio interesante, en el que comimos de menú (caro a la par que contundente, en mi mesa solo yo pedí marmitako, pero pusieron una fuente de la que me serví hasta tres platos, tres) en el Restaurante Artza. Luego paseamos por el puerto y sacamos unas cuantas fotos igualitas a las de las revistas de viajes, pero estando nosotros. Tras callejear y dar tiempo a que estómago procesase el tinto con casera, continuamos viaje.



Proseguimos la carretera de la costa hasta a llegar a Elantxobe, un pueblecito costero encaramado a la cornisa cantábrica. Dejo una foto desde el mar (lógicamente prestada de internet) y alguna otra hecha desde su parte de arriba. La carretera termina en una mini plazoleta, tan pequeña que el autobús tiene una plataforma a modo de tocadiscos que le permite girar para salir del pueblo (adjunto vídeo, no olvides pinchar en la pestaña correspondiente).



A unos diez minutos en coche nos encontramos el pueblo de Ea, así tal cual solo dos letras. Ya puedo decir que he estado en localidades lingüísticamente extremas: Ea con solo 2 letras y Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch (en Gales) con 58. A lo iba, que me disperso, desde la carretera Ea parece un pueblo de montaña, por el que pasa un río del mismo nombre y varios puentes de piedra que unen dos calles paralelas. Lo sorprendente es que este pueblo está sobre la ría formada por la desembocadura que, además, tiene una pequeña playa. Abajo tenemos tres instantáneas con el pueblo desde la carretera, su playa y el mirador de la entrada de la ría.



La última parada del día es Lekeitio, otro ejemplo más de pueblecito pesquero que, en su día, hasta pescaba ballenas. Llegamos un poco cansados a esta parte del viaje, con lo que la visita se redujo al puerto, alrededores del casco histórico y la Isla de San Nicolás (sede en su momento de un convento franciscano). Esta isla es curiosa porque tiene un caminito que es accesible solo durante la bajamar. Por suerte a nuestra llegada la marea estaba empezando a subir, con lo que pudimos hacer casi todo el camino hasta la isla, la última parte nos la perdonamos porque alguna que otra ola ya mojaba el piso y el verdín era especialmente resbaladizo. Os ponemos a continuación algunas fotos del caminito hasta la isla, la basílica de la Asunción y el puerto (como siempre, si os gustan, tenemos más fotos en la pestaña correspondiente).



Con esto terminamos el día. Mañana nos toca la costa oeste guipuzcoana.
02/08 Mutriku-Zumaia-Getaria-Zarauz-Donostia (129 km)
Tras unos kilómetros por la autopista de peaje, tomamos la salida hacia Itziar y continuamos por la carretera de la costa (cruzándonos con numerosos txirrindolaris ¿recordáis?). Es especialmente curioso el rodeo en forma de herradura que da la carretera para cruzar la desembocadura del río Deba.

Paramos en uno de los numerosos miradores que se pueden encontrar entre curva y contracurva. En las imágenes de abajo aparece uno de los miradores que tenía una pequeña imagen de la Virgen con la leyenda "Agur María" (Ave María en vascuence). La tercera foto ya es de Motrico, y muestra un busto de Evaristo Churruca, primer conde de Motrico, ingeniero de caminos canales y puertos que construyó, entre otras cosas, el puerto exterior de Bilbao y el faro de Portmán (último destino de nuestro viaje).



Entre las fotos destacadas de Mutriku, tenemos la partitura del himno Ene Mutriku Maitia ("mi querido Mutriku") en una fachada, el palacio de los Churruca y la estatua de Cosme Damián Churruca (antepasado de Evaristo), científico y militar que murió en la batalla de Trafalgar.



Para llegar a Zumaia, primero hemos de deshacer nuestros pasos hasta Itziar y continuar por la carretera nacional, en total una media hora. Lo primero que llama la atención es que su puerto tiene capacidad para albergar barcos de gran calado, ya que históricamente ha estado más dedicada al comercio que a la pesca.
De su centro histórico, visitamos la Iglesia de San Pedro y el Palacio Olazábal (por algún motivo se nos pasó visitar la ermita de San Telmo donde se filmó alguna escena de la película "Ocho apellidos vascos". Por supuesto, también callejeamos sin rumbo fijo y encontramos, por ejemplo, ese mural del Guernica de Picasso.




Antes de continuar la ruta, hicimos una breve parada técnica para tomar unos pintxos (ese día el desayuno había sido más bien frugal).
En un cuarto de hora llegamos a Getaria, patria chica de un tal Juan Sebastián Elcano ¿no os suena de algo? La localidad está llena de estatuas, placas y monumentos en su honor. Abajo tenemos dos estatuas (en mármol bronce) y una foto desde el monumento a Elcano en la que se ve al fondo el Monte San Antón donde se encuentra el faro de Getaria.



En todo caso, hay que decir que Getaria también es conocida por su gran producción de chacolí y por el diseñador Cristóbal Balenciaga. Cerramos
el catálogo de imágenes con la Calle Mayor, con la Iglesia de San Salvador al fondo, el pasadizo Katrapona que une la Calle Mayor con las escaleras que dan al puerto, uno de los impresionantes escudos señoriales adosados a las esquinas de los palacetes y la playa de Malkorbe (vista desde el monumento a Elcano).




Siguiente parada Zarautz, antigua villa con casi ocho siglos de historia, adonde llegamos poco antes de la hora de comer con tiempo suficiente para pasear por su paseo marítimo frente a su playa de casi 3 km. Originalmente orientado a la pesca, incluso podemos ver una ballena en su escudo, en la actualidad es un importante núcleo turístico.
Dejamos el coche en el parking que hay junto a Palacio de Narros e hicimos una breve incursión por su centro histórico. Destacamos la Parroquia de Santa María la Real, donde pudimos ver una pintada en la que se prohibía jugar a pelota bajo multa de 5 pesetas. Como dato curioso, quisimos ver el restaurante de Arguiñano (al menos por fuera), al preguntar a Google lo primero que nos dijo es que es un sitio caro y que recomendaba otras alternativas … Tras unos pintxos en la Taberna Iruña nos dirigimos a pasar la tarde a San Sebastián, no sin antes fotografiar una txurro-denda.



Allá que vamos a visitar San Sebastián, Donostia en idioma local, y qué mejor que comenzar subiendo a la cima del Monte Igeldo para tener unas vistas panorámicas de la ciudad. Dejamos el coche a unos doscientos metros de la entrada del funicular, inaugurado en 1912.


Tras el breve trayecto de unos tres minutos, lo primero que llama la atención al salir son las vistas de la ciudad con la Playa de la Concha en primer término (véase abajo una foto-composición de esas que hacen los móviles automáticamente).

Al despegarnos del mirador nos encontramos con el Parque de Atracciones, que tiene en funcionamiento la montaña rusa de acero más antigua del mundo (obvia decir que nos rascamos el bolsillo para probarla, además de alguna otra, para después poder ponerlo en este blog).


Tras echar un rato entretenido con las vistas y las atracciones, bajamos y rodeamos el Monte Igeldo para dirigirnos a la zona del Peine del Viento.


Aún nos sobró algo de tiempo para pasear un poco por el casco antiguo y probar algo de la Sagardotegia Beharri. Abajo vemos un par de imágenes de la cena: por una parte, una botella de sidra con su tapón preparado para escanciar (ya tenemos otra palabra nueva, sagardotegia significa sidrería) y por la otra unos pinxtos (uno de jamón con queso de cabra y otro de foie a la plancha).



03/08 Hondarribia-Pasai Donibane-Donostia (75 km)


El casco antiguo del pueblo es precioso, conserva su muralla medieval entre cuatro baluartes, y el antiguo castillo de Carlos V que actualmente alberga al Parador de Hondarribia (un verdadero mamotreto de ladrillo sin apenas decoración externa, de hecho, omito fotos)



y casas de estilo antiguo con balcones de madera pintados de colores



Fuera del casco antiguo el barrio de La Marina es especialmente llamativo, por el gran abanico de colores de sus balcones, así como su paseo marítimo/fluvial con vistas a Hendaya.


Dejamos Hondarribia por la GI-3440 para visitar el Santuario de Ntra. Sra. de Guadalupe (llama la atención el Cristo prácticamente del techo y dos barcos a los lados) y disfrutar de una panorámica de la Ría del Bidasoa (abajo está). En esta carretera, Lurdes, nuestra navegadora GPS (nótese que suscribimos el "lenguaje inclusivo") volvió a indicarnos un trayecto imaginativo a través de sendas en las que cabía un coche justito.


Continuamos por una carretera de montaña que nos permite disfrutar de magníficas vistas al Mar Cantábrico y al Monte Jaizkibel hacia Pasajes de San Juan (Pasai Donibane en los carteles de la carretera). Esta curiosa localidad consta de una única calle paralela a la ría en la que se puede ver casas de madera de distintos colores y de considerable antigüedad y enjundia.



Vemos abajo un par de detalles interesantes, como las callejuelas que van directamente al mar, las casas puente y el paseo hasta la entrada de la ría.
Para terminar el día volvemos a Donosti a seguir viendo su casco antiguo. Salimos del aparcamiento por el Ayuntamiento, situado en un extremo de la Playa de la Concha, abajo vemos una instantánea con gente bañándose pese al nublado y la baja temperatura (para nuestro gusto). Paseamos un poco por el puerto, descubriendo la Capilla de San Pedro (ver abajo, junto a foto de la playa).
Entramos en el casco antiguo desde el mirador del puerto, visitamos la Basílica de Nuestra Señora del Coro, y admiramos su portada barroca, solo la vimos por fuera ya que la entrada era de pago, al contrario que la de la Iglesia de San Vicente, que nos llamó la atención por el gran contraste entre su imagen exterior (no en vano es el templo más antiguo de la ciudad) y la de su interior, también influyó que el órgano empezara a sonar justo cuando entrábamos. Para terminar, también visitamos la Catedral del Buen Pastor, de estilo neogótico muy funcional (se nota que tiene apenas 125 años).
Por cierto, las dos fotos anteriores se encuentran tomadas en la misma calle (aunque cambia de nombre por medio), desde la portada barroca, al fondo, a unos 850 metros según Google, vemos la silueta de la catedral.